La malva silvestre (Malva Sylvestris) es una de las plantas más interesantes por su fuerza indestructible. Cuando la planta madre está bien establecida, la planta crece continuamente y se propaga bastante bien. Incluso cuando se poda corta, vuelve a crecer, y la planta puede conservarse varios años (dependiendo de la región). Es rica en calcio, hierro, provitamina A y vitamina B2. Lo ideal es plantarlas en macetas y trasplantarlas al suelo cuando las plantas hayan crecido bien.